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Editorial 1044

 


Abundancia de cultura

 

La cultura, además de ser la base de la evolución, salva a la humanidad de la autodestrucción.


La naturaleza ha dotado al hombre del instinto de vida. Cada célula lleva impresa la orden de crecer y de sobrevivir, ésta es una forma de garantizar la supervivencia de la especie desde el punto de vista biológico. El instinto de vida hace que las personas vivan alerta y reaccionen ante cualquier peligro que amenace su existencia.


Ahora bien, el instinto  funciona de forma perfecta en el caso de los animales, pero no en el caso de los seres humanos, debido a que, a lo largo del proceso de evolución, el instinto ha perdido fuerza en beneficio de la inteligencia, por esta razón, lo único que puede salvar a la especie humana de la autodestrucción y garantizar su existencia y su evolución es la cultura, es decir, el desarrollo de la inteligencia y de la conciencia.


Como consecuencia de esta realidad, los seres humanos actúan movidos por dos fuerzas. Los mecanismos de desarrollo que le impulsan a  crecer, a ser creativo, a salir de sí y a relacionarse con los demás. Gracias a estos mecanismos la humanidad evoluciona hacia formas de vida superior.


Pero, el ser humano también posee mecanismos de defensa; son lo opuesto a los mecanismos de desarrollo. Se trata de conductas instintivas que se alimentan de la ignorancia, del temor, del egoísmo y de la frustración. Su objeto es la supervivencia biológica; proceden de la mente reactiva. La mente reactiva es instintiva. Ante cualquier amenaza el ser humano tiende a actuar de forma impulsiva y violenta, generando conductas desadaptadas, ineficaces y conflictivas.


El objeto de la educación es activar los mecanismos de desarrollo y controlar los mecanismos de defensa. Cuando se impone la violencia, se debe a fallas en el proceso educativo. No se han fortalecido los mecanismos de desarrollo (conocimientos, principios, valores, criterios, disciplina, responsabilidad,...) y no se ha enseñado a controlar los mecanismos de defensa (control de las emociones, manejo de las frustraciones, conciencia del deber, respeto al otro, etc.)


La violencia actual viene de muy lejos, obedece a grabaciones mentales que hunden sus raíces en la prehistoria, las cuales se transmiten de generación en generación, a través del subconsciente familiar y del subconsciente colectivo. Sin embargo, existen técnicas de programación mental que ayudan a reinterpretar y cambiar la historia.


Puesto que la raíz de la violencia está en la mente de las personas es en la mente donde debemos producir el cambio. Se trata de cambiar ideas y sentimientos. Se trata de cambiar la visión de las cosas, de cambiar de actitud, y de entender que el único camino hacia la paz interior y social es el diálogo y la reconciliación.


En nuestra mente existe una lucha de ideas, sentimientos, deseos, instintos, valores, etc. Al final se imponen los contenidos que más alimentamos. Cuando pensamos en algo (positivo o negativo) lo alimentamos y tiende a fortalecerse. Cuando pensamos en ello con insistencia, incrementamos su poder. Cuanto más poder adquiere una idea o un sentimiento, se impone con fuerza sobre las demás ideas y sentimientos, hasta llegar a tomar el control de la mente. Como es lógico, estas ideas y sentimientos determinan la dirección de nuestra vida. 

 

Ahora bien, lo único que puede salvarnos de la autodestrucción y seguir evolucionando es la cultura.
La cultura es la esencia de la evolución. Los contenidos fundamentales de la cultura son las Ideas, principios, valores, leyes, métodos, lenguaje, arte, ciencia, técnicas, costumbres, democracia, calidad de vida, etc.

La cultura es el producto del esfuerzo realizado por millones de seres humanos desde sus orígenes hasta el día de hoy. El mayor tesoro de un pueblo es su cultura. La cultura indica el nivel de evolución alcanzado y, en consecuencia, las posibilidades de éxito y de felicidad. Pero la cultura heredada sirve de poco si no es asimilada por las personas a través de la reflexión y del aprendizaje.

 

La ignorancia es el peor de todos los males y la sabiduría es el mayor de todos los bienes. Cuando Dios le ofreció a Salomón entre todos los bienes de la tierra, éste respondió: “Señor, dame sabiduría...”

 

Todo cambio personal o social se inicia en la mente. Las ideas son las premisas de toda realización, pero el conocimiento en sí es abstracto y necesita de la motivación (ideal, ilusión, proyectos, metas)

Son pocos los seres humanos que aman el conocimiento y desean superarse de verdad. La mayoría sólo se esfuerza en adquirir el conocimiento que necesita para sobrevivir. Apenas el 10% de la humanidad lee habitualmente. Sin embargo, siempre han existido seres excepcionales que han dado la cara por la humanidad y han creado una cultura maravillosa. Esa cultura es rica y abundante, está ahí a disposición de todos, pero sirve de poco si no es asimilada por las personas.

 

La cultura humana es como una torre altísima en la que cada generación ha construido un piso. Por ejemplo, a través de la historia del arte, basándonos en los restos arqueológicos, podemos observar cómo cada cultura ha dejado su impronta. Hace miles de años, los prehistóricos dejaron restos de arte rudimentario, pero cada generación fue evolucionando y dejó testimonios de su arte que sirvió de inspiración para las futuras generaciones. Así llegamos a las obras de arte de Egipto, Grecia, Roma, etc. las cuales nos maravillan por su belleza y grandiosidad. Pues bien, estas culturas admirables, no solo en lo artístico, sino en lo político, económico, social, etc. no son más que la continuidad de las culturas antiguas en las cuales se inspiraron y sin las cuales nunca habrían existido; así como tampoco existirían los tallos jóvenes de los árboles si no se alimentaran de la sabia que les llega a través de las ramas.

 

Lo verdadero y lo bueno sobrevive en el tiempo, mientras que la mentira y el mal se desvanecen, porque llevan dentro de sí la semilla de su propia destrucción. Con frecuencia se han impuesto la mentira, el odio y la violencia, pero al final siempre han triunfado la verdad, el amor y el bien, es decir, la cultura. 

 

Un pueblo culto es un pueblo libre, mientras que, un pueblo inculto siempre será sometido y explotado.
La democracia es la mejor forma de gobierno que ha inventado la humanidad, porque nos permite ser libres, convivir en paz, progresar y evolucionar.

La democracia nació en Atenas en el siglo V antes de Cristo. Es importante recordar que ya en el siglo VIII a.C. nació Homero, autor de la Ilíada y de la Odisea, lo que indica el alto nivel de desarrollo cultural alcanzado para entonces en Grecia.

El origen de la democracia coincide con el nacimiento de los grandes filósofos (Sócrates, Platón y Aristóteles) de los poetas (Esquilo, Sófocles, Eurípides, autores de las grandes tragedias griegas) y con el nacimiento de los grandes matemáticos, como Pitágoras que fundó la hermandad de los pitagóricos. Los pitagóricos fueron determinantes para el desarrollo de las matemáticas, de la astronomía, de la medicina y de otras ciencias naturales.

Estos sabios contribuyeron a divulgar la cultura entre la gente y crearon las condiciones para que echara raíces la democracia. De modo que, la democracia no surgió por generación espontánea, ni como resultado de un movimiento popular, ni como una revolución, sino como producto de una sociedad evolucionada y culta.

En Grecia y en Roma se llegó a desarrollar un sistema de gobierno que se puede identificar con un sistema democrático, gracias al nivel cultural alcanzado.

Hoy disponemos de una cultura maravillosa capaz de generar personas sabias, libres, exitosas y felices, pero, debido a que somos hijos de una sociedad ignorante y represiva y víctimas de un sistema de educación fallido, estamos condenados a ser mediocres. Solo la asimilación de una buena cultura nos puede salivar.

 

Cómo adquirir una cultura general 

Muchas personas confunden cultura con conocimiento. Creen que una persona culta es la que posee vasta información. La verdadera cultura es mucho más que conocimiento, supone la asimilación de principios, valores, criterios y conductas superiores.

Sin proyecto no se llega a ninguna parte. Al leer o estudiar sin un plan determinado el conocimiento carece de estructura y tiende a perderse en el olvido; por lo cual es indispensable elaborar un proyecto cultural.

1 Elabora una lista de todas las materias sobre las cuales deseas adquirir conocimientos por razones importantes.

2 Ubícalas por orden de prioridad.

3 Elije algún tema sobre el cuales deseas comenzar a trabajar.

4 Elabora un plan concreto de acción.
Debes ser fiel y constante al plan establecido, sobre todo, teniendo en cuenta que la prisa, el ritmo trepidante de la vida y los compromisos se oponen a tu desarrollo cultural.

5 Reduce lo aprendido a esquemas o mapas mentales y consérvalos para repasarlos de vez en cuando. El olvido tiende a desintegrar lo aprendido, por lo cual, es conveniente repasar los esquemas fundamentales para mantenerlos activos, pues ellos constituyen la estructura de la inteligencia, de la memoria y de la creatividad. Resulta poco inteligente perder en el olvido los conocimientos que tanto esfuerzo nos han costado, cuando con un repaso periódico podemos conservarlos para siempre.

6 La experiencia indica que la competencia en el futuro se dará básicamente en el campo del pensamiento, por lo cual, toma las debidas previsiones si no quieres perder el tren del futuro.
 
Estudios realizados en EE.UU. indican que para el año 2020 el 80 % de sus habitantes estarán dedicados a actividades de tipo mental y sólo el 20 % a trabajos de tipo físico.

7 El código utilizado por el cerebro es el lenguaje, por tanto, es fundamental que desarrolles un vocabulario rico, amplio y fluido que te ayude a procesar de forma rápida y eficaz la información. En este sentido, se hace cada día más necesario el dominio de la lectura veloz y comprensiva, del análisis y de la síntesis.

8 La educación virtual es una realidad que se está imponiendo y es conveniente y necesario aprender a viajar por internet para enriquecerte con información valiosa; sin embargo, necesitas seleccionar y asimilar la información en forma reflexiva y estructurada.

9 La cultura es la clave del éxito, no sólo en tu vida profesional sino en todos los aspectos.

10 El Proyecto de Cultura General debes asociarlo a un  Proyecto de Vida. 

Si no quieres viajar en un tren con destino incierto, recapacita. Recupera las ideas, los criterios y los valores que han permitido sobrevivir a la humanidad hasta el día de hoy. La tarea no es fácil, pues tendrás que remar en contra de la corriente, ya que la mayoría de las personas actúan como zombis, siguiendo pautas impuestas por la sociedad.
La cultura es la barrera que separa la civilización de la barbarie.

 

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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